sábado, 9 de febrero de 2008

Ensayo
Compilado por el poeta y crítico Oscar Conde, Poéticas del rock es una guía esclarecedora que reivindica la poesía de sus letras y funciona además como una historia del género.

La bibliografía sobre el rock argentino puede dividirse en tres grandes grupos: los libros que analizan el movimiento como un gesto cultural (con una mirada, en general, sociológica), cuya punta del iceberg es la música; los que se encargan de desmenuzar la obra de grandes grupos y solistas, y los que, simplemente, apuntan a los fan s y se concentran en una suerte de cronología del éxito más que en un análisis de la obra. De todas maneras, la literatura sobre rock local no es abundante.

El primer volumen de Poéticas del rock inicia un nuevo camino dentro de la literatura rockera: la mirada académica. Y resulta una circunstancia para celebrar por más de una razón. En primer lugar, porque se le da al rock , y a los músicos de este género, un estatus que siempre se le discutió por considerarlo extranjerizante, ruidoso y porque "no se entiende lo que cantan". Otra razón es que el libro aporta una mirada profunda y esclarecedora, que sirve de guía para entender esta expresión a quienes nunca repararon en el género.

El trabajo realizado por Oscar Conde como compilador -autor, además, de Poéticas del tango (2003) y del Diccionario etimológico del lunfardo (2004)- reúne en este primer volumen textos dedicados a las figuras fundacionales -y fundamentales- de nuestro rock , en los que diversos autores analizan la poética y el universo discursivo de Moris, Manal, Tanguito, Litto Nebbia, Pipo Lernoud y sus contemporáneos de La Cueva, Arco Iris, Luis Alberto Spinetta, Charly García y León Gieco. El carácter inaugural de Poéticas... radica, justamente, en el foco del análisis, ya que no son muchos los antecedentes -aunque los hay- de investigaciones que se hayan ocupado del rock como materia de investigación.

Dice el compilador: "Si se estudia en particular la obra de cualquiera de ellos, se podrá determinar cuáles son los rasgos temáticos, compositivos y estilísticos que caracterizan a su autor. A la suma de estos rasgos la llamamos poética. En este sentido, una poética es un modo propio de ver la realidad y, al mismo tiempo, un estilo, un lenguaje, una manera de contar las cosas. Es lo que le da sustento a una obra ".

Lo interesante no radica sólo en el rigor académico con el que se analiza el desarrollo de algunas carreras muy extensas, sino en los diversos puntos de vista que surgen en esa búsqueda y que sin duda artistas como Spinetta o García evidencian en sus distintas etapas, unidas bajo la impronta de una exploración estética que enriquece nuestra música popular. Aparece, por ejemplo, Arco Iris, una banda imprescindible de los primeros años de esta historia, pero que siempre queda marginada cuando la mirada se detiene solo en aquellos grupos cuya popularidad persistió hasta nuestros días.

Pero existe un punto más sobre el cual el lector deberá demorarse y que resulta crucial no solo para abarcar el libro, sino porque va a despertar alguna polémica: las letras son tratadas como poesía. Sin distinción. Y son encaradas como tales. Poemas sin rima que con la música conforman una expresión artística. (Vale agregar que Pipo Lernoud insiste desde hace años en que las canciones deben ser tratadas como poemas.) A partir de esta propuesta, que es a su vez una declaración de principios, Conde estructura desde el prólogo el devenir de los análisis que vendrán.

A esto hay que agregar que la diversidad de autores genera una variedad de formas de análisis y distintas maneras de abordar el estudio de la obra de cada artista. A su vez, con esas historias individuales toma forma una historia del rock argentino a partir de sus principales artistas.

Los autores (en general muy jóvenes) realizan aportes profundos y guardan cierta distancia con los "próceres" locales, lo que les permite obtener perspectivas como la de Belén Iannuzzi sobre Spinetta en su extenso ensayo: "Spinetta, el rapsoda del inconsciente, celebra en mantras la ronda de los cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego, como principales constitutivos de la vida, como espectros de la idea de Dios, como expresión de la espiritualidad del hombre, aquélla que es capaz de derribar la maldad".

Poéticas del rock inaugura un camino que, seguramente, llevará a muchos otros lugares enriquecedores.

Daniel Amiano
LANACION.com ADN Cultura Sábado 9 de febrero de 2008

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